Eruditos del Internet

Quienes vieron “Matrix” seguramente recordaran la escena donde a “Neo” le Instalan informacion especializada como si su cerebro fuera un disco duro capaz de retener drivers y comandos a fin de ejecutar conocimientos y habilidades que vendrían a ser el software. Dicha escena invita a fantasear con lo maravilloso que sería adquirir conocimientos de cualquier índole sin la necesidad de someterse a ese largo y a veces tedioso proceso de esforzarse y aprender; ser expertos en lo que sea, ser expertos en todo. Algo similar pasa con el Internet. Es allí donde hoy en día enchufamos nuestras mentes a esa grandiosa fuente de información para descargar todo aquello que sea de nuestro interés. Con solo buscar en Wikipedia  en pocos minutos podemos ser iniciados en cualquier temática, ya sea de tipo académico o de cultura general. Visitando Youtube se puede ser conocedor de la discografía esencial de cualquier banda luego de pasar algunas horas frente a la computadora viendo y escuchando. También se aprenden distintas actividades con mirar tutoriales que van desde “como construir una mesa” hasta “como bailar cha-cha-cha”. Y qué decir de la posibilidad de diagnosticar algún padecimiento que nos aqueje al exponerlo con detalles en Yahoo answers. Es así como surgen los eruditos del internet. La realidad es que en la red abundan sitios donde la información carece de seriedad y por ende los pilares de conocimiento que adquirimos terminan siendo de barro. Por supuesto y por fortuna existen sitios oficiales (NO referente al oficialismo, pues uno de los privilegios de la red es contar con información de visión subversiva y alternativa). Son en esos sitios oficiales donde la información suele ser seria y profesional lo que garantiza que los conocimientos adquiridos tengan el mismo valor que si consultáramos libros o archivos en una biblioteca. El otro gran problema es que lo que se absorbe en la red tiende a ser altamente volátil. Es tal la vorágine de información que pareciera que la mente activara automáticamente un borrador de historial para hacer espacio a lo que venga.  La extrema facilidad con que uno accede a esa información puede terminar siendo un factor en contra, pues induce a una especie de gula mental que lejos está de nutrirnos o hacernos expertos. Son el esfuerzo, la riqueza de experiencias y algo de pasión lo que hace que los conocimientos y habilidades se queden pegados como sarro en lo profundo de tu mente y entrañas. Creo que Internet va mucho más allá de ser una banal comodidad, pero si se le trata como tal, termina siendo otro invento práctico que nos malcría.