miércoles, 17 de abril de 2013

¿Recuerdan a Eliomar Tecolote de Boer?




Un viejo sabio, un viejo búho…

Los que habitan la cabina de radio están listos. Los locutores acomodan sus micrófonos mientras la productora hace señas tras el cristal. Tienen como invitado a un hombre de espalda encorvada y aspecto decrepito que lleva consigo una valijita de dónde saca algunos papeles. Finalmente una luz roja se enciende indicando que sus voces están al aire. El Conductor da una última pitada al cigarro y hace la presentación: <<Damas y Caballeros, con ustedes el hombre que más sabe de deportes en el UniversoÉl es ¡Eliomar Tecolote de Boer!>> De la garganta del anciano sale expulsado un grito estrepitoso, como el graznido de un ave enfurecida o el de un gladiador saltando al antiguo Coliseo. La Hinchada estaba esperando con ansia la aparición de este sabio del deporte y no tardan en demostrar su admiración cantando al unísono un variado acervo de insultos: ¡Viejo búho, Viejo Puto! ¡Viejo Tragasables! ¡Viejo MascaLolis! ¡Viejo ChupaChotas! El viejo esquiva con elegancia aquellos improperios cual as del balón driblando adversarios en el campo de juego. Tras la calurosa bienvenida, da inicio su columna deportiva cuyo guión es similar al de una película clase B.



No le importa la fama, no le importa la gloria, no le importa el deporte…


La voz aguardentosa del viejo despliega toda una filosofía que va en contra de los amos del negocio; no se sube al barco de los ídolos -que en muchos casos los considera de pies de barro- ni tampoco es condescendiente con los perdedores. A cada comentario vertido, Eliomar pone de manifiesto que sabe sobre cualquier deporte de cualquier rincón del mundo, no obstante deja en claro su desprecio por ciertos deportes anglosajones: <<¿Futbol Americano? Yo solo sigo deportes cuyo balón sea redondo>>, <<¿Qué es un bate?>> Refiriéndose al Beisbol. Alejado del análisis deportivo convencional lleno de estadísticas y frases hechas, el viejo búho prefiere indagar en historias que transgreden la dinámica del deporte mismo. Sexo, muerte y desilusión son satélites que giran en torno a las historias que relata. Es así que nos enteramos de como la cañería de la Villa Panamericana en Puerto Rico quedó atascada por cientos de condones usados, o que atletas Norcoreanos fueron obligados a pararse en una plaza pública para recibir los insultos de sus compatriotas debido al fracaso en sus disciplinas. También nos enteramos que un guardameta apellidado Palos tuvo la osadía de llevar a un hotel a dos quinceañeras que conoció en internet, o del ahogamiento de varios futbolistas en las lejanas tierras del Congo cuando estos intentaban cruzar un rio para acudir a su siguiente encuentro que nunca llegó; Eliomar siendo un tipo sensible, les envía las Congolencias.   



Rompiendo marcas mundiales llegando al extremo de romper las pelotas…


Pese a ser un erudito absoluto en el deporte, Don Tecolote no esconde su pasión predilecta: El Fútbol. Es un amplio conocedor de las ligas sudamericanas teniendo como amores inseparables a la Copa Libertadores y la Copa América. El gran número de seguidores Mexicanos fue buen motivo para acercarse al balompié de ese país. Poco tardó para convertirse en un  experto de las Liguillas al grado de vaticinar resultados con un gran porcentaje de efectividad apostando incluso en contra de las probabilidades más obvias. Es por tal motivo que sus adeptos han acudido semana tras semana hacia esta especie Gurú, para que él les pueda brindar “las respuestas” que en muchos casos devienen en reciprocas andanadas de insultos. Hay una consigna que todo seguidor del Viejo Búho debe saber: Eliomar nunca se equivoca, y cuando lo hace se inventa triquiñuelas; lo mismo puede fingir demencia o ponerse la casaca del contrincante si el resultado no le es favorable. Pareciera ser un jugador de póker con más ases debajo de la manga que cartas en juego.

Los incontables años que tiene este viejo le permiten ostentar uno de los logros que quizá ningún otro periodista deportivo posee: Haber acudido en calidad de cronista a cada uno de los campeonatos mundiales de fútbol, desde aquel primer título obtenido por la Selección Uruguaya en 1930 y que daría pie a su romance con los colores celestes, hasta el obtenido por España en Sudáfrica 2010, donde la mascota NO oficial del torneo, el nene con frac, sería el suceso más importante de esa justa debido al pobre espectáculo brindado por las selecciones.

 Eliomar es al fútbol lo que Fidel Castro al comunismo. A lo largo del tiempo ambos han atestiguado el nacimiento y la transformación de sus respectivas disciplinas y presenciado también la consumación de antiguas leyendas y el surgimiento de nuevos ídolos.  Su despreció hacia la FIFA solo es superado por la aversión hacia dos leyendas vivientes del balompié: Pelé y Maradona. El primero por ser la imagen políticamente correcta del fútbol y por haber debutado con un pibe. En cuanto al jugador Argentino, es por el simple hecho de mantenerse con vida; podría pensarse que lo ve como el mejor de los caballos, el cual debe ser sacrificado por ser un espécimen en decadencia, pero una teoría mas sólida es que el viejo posee un autógrafo de la época debut de Maradona con Argentinos Juniors,  de modo que el souvenir se cotizaría a niveles exorbitantes cuando el astro muera.

                Es de esperar que cualquier periodista o persona curiosa se interese en conocer los elementos y el contexto histórico que habrían de conjugarse para dar origen a equis personaje destacado. Esto lleva a preguntarme: ¿De dónde y cómo surgió esta especie de animal mitológico llamado Eliomar Tecolote de Boer?



Piernas de atleta Soviético, cabellera de león y hocico de perro…


Sobre sus orígenes no se sabe demasiado. Se menciona que es hijo de Madre Mexicana y un Capitán Holandés al que le debe su apellido Boer. Lo que es seguro es que en algún momento de su vida fue a parar a la tierra donde el fútbol es una ferviente devoción y donde se juega el balompié más pasional del planeta, tanto en la cancha como en las tribunas: Sudamérica. No por nada terminó adoptando los colores celestes de la Selección Uruguaya o presume ser Bolsilludo (hincha del Nacional). Por su edad aun indescifrable, se calcula que sus jóvenes ojos atestiguaron el comienzo del siglo XX. Eso explica el porqué de su sapiencia en el balompié, pues presenció el nacimiento de las primeras ligas profesionales y de los primeros torneos internacionales, situación que le permitiría ser adoctrinado por la vieja escuela, cuyos futbolistas no eran galanes multimillonarios que anuncian crema par afeitar sino obreros que debían ganarse el permiso en sus trabajos para poder representar a su Selección Nacional, fútbol cuya pelota no era ligera ni ergonómica sino una bola de cuero duro capaz de noquear con solo rematarla de cabeza, donde no existía el fairplay ni actuaciones de lesión por parte de los jugadores a diferencia del antiguo juego de gladiadores, y donde uno que otro jugador en declive prefería pegarse un tiro y morir fulminado por la gloria antes de dar lastima en espectáculos extra cancha.

Las influencias que formarían al joven Tecolote no se limitaron a lo deportivo. Fue compañero de colegio del legendario Ernesto Guevara, lo que sin duda les permitió nutrirse mutuamente para forjar el espíritu revolucionario que en ambos florecería años mas tarde. <<¡Asesinado!>> exclamaría un consternado Eliomar tras enterarse del fallecimiento de su ex compañero en una transmisión de su columna deportiva… cuarenta y cinco años después de la muerte del Che.

Tras consagrarse como periodista deportivo y viajar a distintas partes del mundo, es en el Mundial de México 70 donde repetiría el patrón que su padre efectuó: Enamorarse de una Mujer Mexicana. La famosa actriz de telenovelas Verónica Castro fue la elegida. Lamentablemente aquel tórrido romance no duraría mucho tiempo ya que algunos directivos de Televisa se interpusieron debido a que tenían el plan de emparejar a la bella actriz con un comediante de aquella época. El triste tecolote regresaría a su habitad natural para seguir ejerciendo su profesión. Escribió excelentes reportajes para la prensa escrita e incursionó en la radio, siendo este el medio donde mejor se desenvolvería. Su último trabajo conocido fue dentro del programa de radio independiente En caso de que el mundo se desintegre donde participó en varias temporadas. Fue en este sitio donde hizo detonar todo el talento y la experiencia adquirida a lo largo de los años y donde ganaría adeptos de muchas partes del mundo.



Y recuerden ¡El deporte es saluuu!

…esa lucidez con que el Viejo Búho analizaba el mundo del deporte. Sin despedidas de por medio, fue en Diciembre del año 2011 cuando Eliomar ofreció su ultima columna deportiva en el programa radiofónico de ECDQEMSD. Quedará en la memoria aquella frase que acuñaba el conductor para referirse al viejo, la cual nunca resultó exagerada… sin duda Eliomar Tecolote de Boer es el hombre que más sabe de deportes en el Universo.

                                                                                                                                                  por Javo 

domingo, 16 de diciembre de 2012

This Is The End


This is the end

Gira frenéticamente el mundo
entre guerras y sed de poder.
Tecnología, noticias y entretenimiento
alimentan esa rotación endemoniada.
Todo va tan rápido que los sentidos se desvanecen:
como un dial mal sintonizado,
como una sopa desabrida o una caricia con guantes,
como una factoría en medio del mar
y ese fumador en una habitación llena de gas.
El fin se avecina,
pero la tierra no abrirá sus fauces para devorarnos,
ni siquiera un enorme asteroide
se convertirá en nuestro ángel exterminador.
Será esta vorágine locamente revolucionada
tan fuera de control,
la que sacará al planeta de su órbita,
disparándonos hacia la nada.
La gente con sus teléfonos inteligentes, las estrellas de televisión,
y los cerdos políticos ¡Todos!
quedarán suspendidos entre la nada,
y los vagabundos que alguna vez pregonaron el Apocalipsis
mostrarán sus sonrisas desdentadas.

por  Javo 

(Visión personalizada del fin de los tiempos)